La situación económica de la agrupación ha ido mejorando progresivamente.

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La hipoteca sobre la casa quedó totalmente saldada. La última campaña electoral se sufragó sin necesidad de acudir a préstamos. Las únicas deudas que quedan por saldar es con los concejelas y concejales de anterior mandatos por su participación en el Consejo Ejecutivo Local, y las facturas de corriente.

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Desde la crisis de gobierno con los concejales no adscritos no ha trabajado nadie en la sede. La agrupación provincial se hizo cargo de todos los gastos del despido.  Con la llegada de la crisis la sede permaneció cerrada. Estas circunstancias ha favorecido un ahorro importante que nos permite tener una situación desahogada. 

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De forma casi inmediata habría que contratar a alguien para que mantenga la sede abierta y en un futuro próximo plantear el arreglo de la segunda planta de la sede. 

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Los datos concretos de la situación a finales de 2017, y en la actualidad, son los siguientes según la Secretaría de Administración y Coordinación.

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